Si es que a la que le gusta pintar... aunque sean paredes!!! Este fue un encargo especial. Como regalo de cumpleaños para mi hermana, pinté la pared de cabecera de su dormitorio con un cielo azul muuuuuy relajante.
La verdad es que es una habitación que irradia tranquilidad, serenidad y dulzura (como mi hermana, vaya!!).
El proceso fue el siguiente:
Primero comencé pintando en un tono azul-cyan la parte superios de la pared con un rodillo mediano, hasta haber pintado una franja de unos 40 cm de grosor. Luego, aclaré el azul con un poco de blanco y empecé a mezclarlo con parte de la franja que ya había pintado para que la unión resultara suave. Y así hice otra franja de unos 40 cm. Luego, vuelta a aclarar el azul...
Y para rematar el cielo: un toque de "vida" al conjunto. Pegué un vinilo adhesivo con una silueta de unos pajarillos posados en una rama.
¿Qué os parece el resultado?
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